Expatriado también de tus identidades
Hoy me dedico a poner en palabras uno de los efectos más inmediatos de convertirse en expatriado, ya que suele quedarse en nosotros como una sensación caótica de conflicto con nosotros mismos, sin poder darle orden a esta experiencia. Estoy hablando de cuando sientes que ya no perteneces ni a tu país de origen ni tampoco al de acogida. Cuando vas a tu país y quieres salir de ahí al mes que llegaste; y al mismo tiempo, cuando estás tan nostálgico de tu vida allá que no eres capaz de construir tu vida ahí donde resides. ¿Por qué sentimos lo que sentimos? Lo que sucede es que tu ser básicamente “íntegro” se desmorona. Como expatriada, recuerdo haber llegado con ideas claras de lo que yo era, de lo que yo quería hacer de mí según mis ideales y valores, y de lo que necesitaba hacer hoy para llegar a ese “yo” del futuro. Es decir, en mi caso, estaba segura de mis cualidades, de mi cultura chilena, de que debía estudiar sistemáticamente idiomas para alcanzar mi...